lunes, 22 de abril de 2019

Junipero Serra

 Estàtua de Junípero Serra. Petra (Illes Balears)
Patio trasero  de la casa del Padre  Serra
 Museo dedicado a Junípero Serra (inaugurado en 1959)
Casa solabriega de la familia Serra en la calle Barracar
Mallorca y California han sido escenario de numerosos homenajes a Junipero Serra, el  misionero mallorquín que cruzó el oceano para fundar la misionés que dieron lugar a las ciudades más importantes de la costa oeste de Estados Unidos.

         Fue beatificado por el papa Juan Pablo II el 28 de septiembre de 1988, y el 23 de septiembre de 2015 fue canonizado por el papa Francisco, en la ciudad de Washington D. C A partir de ese momento es también conocido por muchos católicos como San Junípero Serra.

            Nació el 24 de noviembre de 1713 y fue bautizado el mismo día en la parroquia de San Pedro de Petra, con el nombre de Miguel José. Sus dichosos padres fueron Antonio Serra y Margarita Ferrer.

            La casa de la Calle Barracar procedía de su abuela paterna. Esta casa pasó a ser propiedad de su padre el 29 de octubre de 1719. Formado cristianamente por su familia, ayuda a cultivar los campos donde conoce los diferentes cultivos que más tarde enseña a los nativos y aprende las primeras letras en las aulas del convento de San Bernardino, donde empieza a florecer la vocación religiosa.

            Partió de Petra a los 16 años para estudiar en Palma de Mallorca (1729). Realizó el año de noviciado en el Convento de Jesús de Palma y después pasa al Convento de San Francisco, tomando el nombre de Fray Junípero por la devoción que, en sus lecturas, le había inspirado aquel santo compañero del fundador de la Orden de San Francisco de Asís, en el que permanecerá hasta su partida de la Isla. Aquí realizo sus estudios sacerdotales, enseñando Filosofía y después fue catedrático de Teología Luliana. Alternaba la docencia con la predicación. Predicando la cuaresma en su pueblo recibió el permiso para poder partir hacia Misiones. Su último sermón lo predicó en el Santuario de Bonany, el tercer día de Pascua. Este día fue su despedida de Petra.

            El día 13 de abril de 1749, después de comer a mediodía, se despide de la comunidad y embarca junto con el P. Francisco Palou  (que más tarde sería su gran biógrafo),  camino hacia Méjico[1].

            Del padre Serra aunque no se conserva ninguna composición musical y ni siquiera se tiene noticia de que la hubiera escrito, si sabemos que desde niño destacó en el canto coral actuando de forma admirable, ya que estaba dotado de muy buenas cualidades naturales, sonora voz y fina entonación fue el regalo que la naturaleza le había adornado.

            Siendo aun un niño en Petra, atraía la atención por su voz y fue por este motivo que le admitieron en el coro del convento local de San Bernardino de Sena. Aquí alterno la docencia en las aulas con el canto en el coro, juntamente con los religiosos y un grupo de muchachos cantores.

            Cuando llego a Méjico en 1749 edificó a todos los religiosos del Colegio de Misioneros de San Fernando por su puntual y cotidiana asistencia al coro. Más tarde cuando llega a la Sierra Gorda y le vemos en plena actividad en su misión de Jalpan, donde construye una magnífica y espaciosa iglesia que hoy es la admiración de quienes la visitan,  nos damos perfecta cuenta de cómo ese bagaje musical, que le acompañaba formando parte de su mismo ser misionero y adquirido durante su formación de estudiante, le sirve de oportuno instrumento para desarrollar eficazmente su tarea apostólica y civilizadora logrando abundante fruto a favor de las almas.

            El canto, la predicación y el buen ejemplo fueron como las tres herramientas con las que se sirvió para roturar aquellos áridos campos de la gentilidad, convirtiéndolos en frondosos vergeles con abundantes frutos de religiosidad, sanas costumbres y progreso tanto cultural como material.

            Las misas siempre que le era posible las celebraba cantadas, sobre todo en las fiestas más destacadas del Señor, la Virgen o de los Santos. Particular interés puso en la celebración del tiempo de Navidad como en el de Cuaresma, durante los cuales oficiaba las religiosas ceremonias con gran solemnidad, entonando siempre los cantos propios de cada uno de estos periodos litúrgicos[2].

            Desde 1759 a 1767 Junipero se dedicó a predicar misiones populares en la parte central y meridional de Méjico[3].

            En 1769, cuando comienza la conquista española de la alta California, se consagra con otros mallorquines, en la evangelización de los indígenas  y a la fundación de nuevas misiones. San Fernando de Villacatá (1769), San Diego (1769), San Carlos Borromeo, Carmel (1770), San Antonio de Padua (1771), San Gabriel (1771), donde florecerá la ciudad de Los Ángeles, San Luis Obispo (1772), San Juan Capistrano (1776), San Francisco (1776), Santa Clara (1777), San Buenaventura (1782)[4].

            Falleció el 28 de agosto de 1784, en la misión de Carmel, donde tuvo su residencia y finalizó sus días, fue enterrado y allí perduran sus restos.

            La labor realizada en California fue tan profunda que desde el año 1931 figura como uno de los representantes del Estado de California en la Galería de la Fama de los Estados Unidos, y fue colocado un monumento en el Capitolio de Washington[5].

            Fue beatificado el 25 de agosto de 1988, por el Papa Juan Pablo II. El Papa lo reconoció como hombre universal[6]. En Palma un Instituto de Formación Profesional lleva su nombre; el Ayuntamiento lo nombro hijo ilustre y le dedico una calle. En Petra, el Ayuntamiento le da el nombre a una plaza y en 1913 le erige un monumento.

            En esta localidad hay un museo dedicado a su figura y obra.

            No podemos olvidar que para perpetuar su memoria como cantor de las glorias de Dios, de la Virgen y de los Santos, varios son los acreditados compositores que han compuesto una valiosa colección de obras musicales, en honor de Junipero Serra.

            De entre ellas podemos señalar: Himne a Fra Juniper Serra en el 250 aniversari del seu neixement, con letra de M. Ramis y música de B. Gayá y En la Sierra Gorda(canción del recuerdo), letra y música: Dr. Salvador Ibarra Padilla. México, D.F. Febrero de 1979. Etc.



[1] Ribot Amengual, Jaume; Guía de Petra.Tras los pasos de Junípero; pág. 12. Edición de la Fundación Jaume Ribot i Amengual. Con la colaboración de la Fundación “Sa Nostra” y el Consell de Mallorca. Petra 2007.
[2] Fr. Salustiano Vicedo; Apostol y civilizador;  Boletin de divulgación de Fray Junipero Serra “El Apostol de Sierrra Gorda y de Las Californias”. Publica: Fraternidad de Franciscanos. O.F.M. Petra (Mallorca) España. Nº 88,  pág. 3-4. Abril 1982.
[3] Ídem. nº 1, pág. 13.
[4] G.E.M. Volum 16, pág. 175.
[5] Ídem. nº 3, pág. 15.
[6] Ídem. nº 5, pág. 15.

martes, 9 de abril de 2019

Setmana Santa, Calvià 2019

 Semana Santa 2019

Molts de vosaltres coneixeu les meves inquietuds, il·lusions i perquè no curolles per la recerca i conservació de les nostres coses, de les nostres arrels, però a causa del gran amor que tinc pel nostre poble, tot el que a ell es refereix i a la seva cultura pròpia, per aquest motiu he fet un petit i humil arxiu. D’aquest he triat algunes coses referents a las tradicions durant les festes de Pasqua, a més m’agradaria poder dir unes paraules sobre alguns compositors i la seva música sacra, tan adequada durant aquests actes de la Setmana Santa.
Tot això ens fa recordar la meva joventut, durant aquests dies en què els meus pares preparaven les panades, els crespells i els rubiols. No solament per tenir-ne el Dia de Pasqua, sinó per poder tenir-ne un parell de dies. També recordo quan ens reuníem amb els meus padrins envoltant la taula per celebrar aquestes festes, les processons i no oblit quan ens aplegàvem un grup d’amics i amb les guitarres (abans també s’empraven els guitarrons), canta que canta per les cases, el que anomenàvem els goigs, tot perquè ens donessin unes llepolies i, llavors, fer un ball a les cases de les noies que ens donaven alguna cosa. Una de les cançons que mai he pogut oblidar és:
Deixem lo dol! Cantem amb alegria!
Anem a donar los bons Pascos a Maria!
Lo primer que se’m va ocórrer va ser llambregar alguns llibres. Un d’ells amb va agradar, es titula Corema, Setmana Santa i Pasco d’Antoni M. Alcover, editat en segona edició per la Editorial Moll l’any 1956. Esperava trobar qualque cosa sobre aquestes festes, referent a Calvià. La meva sorpresa va ser que hi ha escrits sobre les festes, però en realitat, sobre Calvià i Pasqua no vaig trobar res. Al principi vaig quedar un poc decebut, però després vaig pensar que en part era millor, ja que així podria escriure sobre les festes que es feien durant la meva infància o un poc abans.
Però bé, en primer lloc, començarem pel Dissabte de Pasqua, quan tots els nins esperàvem el repic de les campanes a las deu del matí. I cantàvem:
Aranyetes sortiu del niu
que el bon Jesuset ja és viu
Aranyetes sortiu del forat
que el bon Jesuset ja és nat.
Els nins havíem esperat un parell de dies per tastar el crespells i rubiols, però abans, les seves mares, els havien de rentar la cara amb aigua fresca.
Del mateix dia, no vull deixar de comentar, un fragment del periòdic “La Roqueta” que va sortir el 9 d’abril de 1887, Dissabte de Pasqua titulat “Pasco Florida” i diu així:
Demá, en sortí de misseta,
trobaré es berená fet:
frexureta assahonada
amb glopets de ví novell;
cosa milló que verdesca
y que panades de peix :
¡Aleluya, que vé Pasco,
Pasco florida ya vé!
Trescan per la pagesía
ets estols de guitarrers:
ses fadrines i madones
los esperan amatens;
¡ Deixau lo dol ¡ per tot cantan,
cantan i sònan xelets:
¡ Aleluya, que vé Pasco
Pasco florida ja vé!
Sa corema ja s’es morta
y s’hivernada també;
¡ benvinguda, oh Primavera,
cada volta que t’ens véns
per doná alegria á s’ánima
y á n’es còs delit novell!
¡Aleluya, que vé Pasco,
y molts anys, fins l’any qui vé !
Després ve el Solpàs, que és la benedicció que es fa de totes les cases de la Parròquia amb l’aigua beneïda pel matí a les Fonts de Baptisme.
Normalment, aquesta benedicció, es fa per dins vila el Dissabte de Pasqua i per fora vila passat aquest dia; però a Calvià, per norma, es feia el Dimecres després de Pasqua.
Aquesta benedicció, la feien el Sr. Rector i el seu Vicari, que anaven amb roquet, estola i bonet, amb companya d’un parell d’escolanets, que els duien es poalet de l’aigua beneïda, i la panera per posar-hi lo que per les cases els donaven. A fora vila, anaven amb un carretó; i l’home que el menava, feia d’escolanet. He trobat molt interessant, el poder fer una llista de fora vila seguint l’ordre de les possessions d’on anaven:
La primera visita solia ser a Son Roig d’allà passaven a Son Boronat, seguien cap a Benàtiga, fins arribar a Valldurgent. Desprès anaven a Mofarès i seguint al camí de Can Estades es dirigien cap a Ses Berranques, seguidament Torà i després La Romana; Ja seguint la carretera de Palma visitaven Son Pieres, Els Hostalets i arribaven fins a Bendinat.
La resurrecció del Bon Jesús la celebren per tot amb una processó, a on es topen el Bon Jesús i la Mare de Déu.
Aquesta processó la fan de diferents maneres segons la vila que és i la devoció que hi ha.
A Calvià la fan devers les nou i mitja. Quatre joves duen la figura del Bon Jesús des de « La Capelleta », i quan arriba a prop de l’església, surt la figura de la Mare de Déu, que també porten quatre joves i quan es troben lis fan fer tres botets en senyal d’alegria i adoració. Després de la processó, es celebra l’Ofici, on per tot el sermó sol ser ben curt.
I és que són molts els que el dia de Pasqua, frissen de berenar des frit de freixura. Solen ser molts es que passen més gust del berenar que del dinar, per lo afamegats i endarrer que van de pegar una bona panxada després de tantessetmanes de dejunis i d’abstinència.
Com he dit abans, el dia de Pasqua, allò més normal és reunir-se en família per dinar tots plegats. Solia ser més tard que de costum, degut que ja havien berenat del frit. Per norma el dinar, solia ser d’arròs, i llavors un bon bullit, escaldums d’aquells tan saborosos, i finalment panades, crespells, rubiols i ametles torrades, amb les timbales de vi que pertoquen, que no són poques ni temoregues.
Com molt bé deia Mn. Antoni M. Alcover a començament de segle: Està també molt estesa i arrelada dins Mallorca el costum d’anar aquesta setmana a fer una bauxa a fora vila, dalt un turó, a qualque casa de camp a la vorera del mar. Es du panades, rubiols i altres i allà s’ho enfloquen, rient i folgant. Això es diu pancaritat, que no és més que una traducció literal del llatí panis-caritatis, una reminiscència llunyana dels àgapes dels cristians dels primers sigles.
Els antics Jurats de Mallorca, el Diumenge de l’Àngel – que el celebraven en tota solemnitat festejant l’Àngel de la Guarda de Mallorca-, quan s’acabava l’Ofici a l’esglesieta del Temple, repartien un pa a totes les famílies pobres, i aquella bona gent el capvespre el s’anava a menjar per devora sa Riera; i en aqueixa modesta bauxa li deien pancaritat, perquè se menjaven aquell pa que per caritat havien rebut. I aqueix nom després es va estendre a totes les bauxes que es feien la setmana de Pasqua a fora porta i per fora vila.
Molts d’aquests pancaritats van a fer-los a qualque santuari de les nostres muntanyes. A Calvià, durant molts anys es feu el Diumenge de l’Àngel al Santuari de la Mare de Déu de Portals Nous. Als anys 70 amb el boom turístic es perdé aquesta ancestral tradició. L’any 1994 el Consell Parroquial recobrà el pancaritat, però a un altre indret del municipi: la Capella de la Pedra Sagrada.
Anteriorment, i que jo recordi, es feia el dimecres després de Pasqua, i molts joves anàvem al Pou Nou de Son Font. Però abans, molta gent pujava al molí del Castellet a on el seu propietari Damià Vich Cabrer, avi de Francisca Cabrer Vich (Calvià, 1929 – 2013), (que és qui em va contar algunes anècdotes), procurava tenir quatre botelles de moscatell i un tassons de vidre bastants gruixats (actualment encara es conserven), i convidava als que anaven a passar una estona allà dalt. Com anècdota, no puc deixar de contar que algun any varen fer balls amb un gramòfon.
I ja passant a la música, crec sense cap dubte, que els músics que feren las obres, més apropiades per aquestes dades, foren Johann Sebastian Bach i Georg Friedrich Händel. D’ells no puc deixar d’assenyalar, que ambdós joves es trobaven, als divuit anys, al servei de la música com violinistes: Händel en l’orquestra de l’òpera hamburguesa, i Bach en la capella d’un príncep saxó, en Weimar. Però mentre Bach encara vivia dintre de la més absoluta foscor, Händel ja era celebrat com compositor notable i estava a punt de conquistar un prestigi universal. Des d’un principi es percep la profunda diferència de les seves destinacions en el món musical del seu temps. Encara que els seus llocs i dates de naixença es van trobar en tan immediata proximitat, i els camins de la seva vida es van creuar diverses vegades, mai van arribar a conèixer-se personalment.
Johann Sebastian Bach (Eisenach, 21 de març de 1685 – Leipzig, 28 de juliol de 1750), consta que ha creat no menys de cinc Passions. Una d’elles composta en 1725. La seva partitura no s’ha conservat. Una segona Passió, segons l’Evangeli de Sant Marc, s’ha conservat parcialment, en forma d’una oda fúnebre. La seva música composta l’any 1727, apareix com una promesa, com un preludi, de la gran Passió segons Sant Mateu. Es conserva completament altra Passió, segons Sant Lluc; però els investigadors recents tenen els seus dubtes sobre l’autenticitat de la partitura. A causa de la negligència de Friedemann Bach, a les mans del qual van arribar aquestes tres obres després de la mort del seu pare, el coneixement d’elles és molt escàs. En canvi Philipp Emmanuel Bach va guardar, curosament dos grans Passions: La Passió segons Sant Joan i la Passió segons Sant Mateu.
Bach va estrenar la Passió segons Sant Joan el primer Divendres Sant de la seva activitat en Leipzig, el dia 7 d’abril de 1723; la Passió segons Sant Mateu es va estrenar en la mateixa festivitat de Divendres Sant, però sis anys més tard, el 15 d’abril de 1729. Els contemporanis de Bach no van comprendre la significació històrica d’aquest esdeveniment. Aquestes van ser les primeres causes de l’amargor creixent en la vida del mestre.
Després d’aquesta experiència, Bach no va compondre cap altra Passió i es va limitar a repetir les seves obres anteriors, en el millor dels casos a retocar-les. Així va donar també a la Passió segons Sant Mateu, durant l’últim decenni de la seva vida, la versió definitiva, en la qual la coneixem actualment. Va morir després d’una operació de cataractes, igual Georg Friedrich Händel, i pel mateix cirurgià.
Georg Friedrich Händel (Halle, 23 de febrer de 1685 – Londres, 14 d’abril de 1759). No és sorprenent que el punt de partida de Händel fos el mateix que el de Bach. Ambdós procedien de la mateixa tradició artística, creada pel mestres de capella del centre d’Alemanya. La seva primera activitat professional com músic la troba el llavors estudiant de Dret, l’any 1702 en la càtedra de Halle, on va actuar per espai d’un any com organista. A semblança de Bach, Händel no va abandonar durant tota la seva vida el seu instrument favorit, l’òrgan.
Entre el seu immens llegat musical, es troben 26 oratòries a més d’un important llegat coral.
La seva oratòria més famosa és la molt anomenada "Messies" (1741). La història conta que aquest va sorgir després d’un llarg període d’escassesa en la producció musical del compositor, a causa d’una inspiració divina. El seu cor més famós és el majestuós "Aleluya".
Aquesta oratòria va ser representada en el Convent Garden i dirigit pel mateix Händel tots els anys en l’època de Pasqua fins al dia de la seva mort.
El seu darrer desig va ser morir el Divendres Sant i a punt va estar de complir-se: va morir el 14 d’abril de 1759, Dissabte Sant.
Parlant de grans músics, no puc oblidar-me d’esmentar al nostre estimat:
Antoni Torrandell i Jaume, nascut a la ciutat d’Inca el 17 d’agost de 1881. El seu pare també era músic: organista de l’església Parroquial de Santa Maria la Major i professor de piano i de solfeig.
Antoni Torrandell visqué, doncs, de jove la Música en pròpia casa. L’ambient –unit a les qualitats innates- portaren el nin a començar una carrera brillant i entusiasta.
D’entre les seves múltiples composicions, he d’esmentar la missa “PRO-PACE”, dos orgues i cor a quatre veus mixtes. Estrena: Catedral Basílica de Palma de Mallorca, 20 gener, 1916, festivitat de Sant Sebastià, Patró de Palma. Audició a un sol orgue, amb la col·laboració de la SCHOLA CANTORUM del Seminari, sota la direcció del Rvd. Bartomeu Nigorra.
Estrena íntegra: CATEDRAL “SAINTE CROIX” D’ORLÉANS. Abril, 1932, Pasqua de Resurrecció. Audició integra a dos orgues i amb un cor mixte de dues-centes veus. Fou dirigida pel Mestre de Capella de la Catedral, MAITRE LUÇON. Va morir el 15 de gener de 1963.
Seria injust, encara que breument no esmentar, el nostre Cor de Calvià nascut en 1988 de la mà de Francesc Bonnín com a director i, que des del 7 d’abril de 1995 que va ser el primer concert amb motiu del Pregó de Setmana Santa, ja són moltesles edicions que s’han interpretat, amb obres clàssiques de música sacra i acompanyades normalment amb música d’òrgan. Com obres importants, podríem citar el Réquiem op. 48 de Gabriel Fauré (1845 – 1924), va compondre la primera versió en 1887-88, que ell va nomenar “un petit Réquiem”, és la més coneguda de les seves grans obres. El més famós moviment és la soprano ària “Pie Jesu”. El primer fragment de música inclòs en el Réquiem és el "Libera Me"que Fauré va escriure en 1877 com un treball independent.
Altres obres que han estat interpretades : la “Passió segons Sant Joan”, de Alessandro Scarlatti (1660 – 1725). El“Réquiem” d’Antonio Salieri (1750 – 1825); “ Musica per al funeral de la Reina Maria” d’Henry Purcell (1659 – 1695); “Réquiem” (Fragments) de Gaetano Donizetti (1797 – 1848); “Réquiem Op.54” de Camille Saint-Saëns (1835 – 1921); “Santus y Agnus Dei de la Missa a tres veus” de Pere Josep Cañellas (1845 – 1922), entre moltes altres obres.
Aquestes festes així com les de Sant Antoni ens donen fesomia al poble que no s’hauria de perdre mai. Ens donen una personalitat i al mateix temps una fidelitat als nostres avantpassats que ens el llegaren.
Els dies de festa tots sortim de ca nostra per alegrar-nos amb el veïnats i amics, i crear entre tots la gran família del poble. Tant de bo que tots els qui han decidit quedar-se a Calvià a viure-hi per a sempre, peninsulars i estrangers que també siguin calvianers de cap a peus, part i protagonistes que ens ajudin a mantenir les nostres festes i els nostres costums.
Que Sant Joan ens ajudi a tots a dur-lo a terme.
Molts d’anys i bones festes.