domingo, 26 de enero de 2014

En recuerdo de mi amigo GEORGE MOORE BOWDEN, con motivo del XI aniversario de su fallecimiento

 George M. Bowden, probando una de sus guitarras


New York, 26-10-1920 - Palma, 26-01-2003
Hijo de madre californiana (de ascendencia escocesa) y de padre inglés, de Cornwall, escogió la nacionalidad británica al llegar a la mayoría de edad. Hijo único, recibió clases de violonchelo y asistió a los conciertos matinales de música clásica. Naturalmente, podía escuchar las lecciones que su padre impartía en su casa y las conversaciones que sostenía con su madre. Quedó impregnado de música sofisticada, pero todo esto, no evitó que le llegara la música de moda de aquella época, que la aprendiera y que la practicara ruidosamente, con la consiguiente desesperación de sus padres.
Junto con su madre, iban a pasar los veranos en casa del abuelo Moore, en California. Tras la muerte de éste, decidieron emprender un viaje por Europa de dos años sabáticos. Años que, aquel niño de 10 años, aprovechó para impregnarse de paisajes y de bellezas completamente diferentes a lo que él conocía. Ciertamente, una manera poco corriente de formar un niño. Aprovechó la temporada que vivieron en Viena para estudiar el alemán. Pasaron algún tiempo en la Costa Brava francesa, donde el niño aprendió un poco de francés y entonces, por recomendación de un amigo, vinieron a Mallorca. Tenía que estudiar, pero no había escuela para extranjeros. Su madre fundó el Junior Club, porque  así solucionaba el problema de su hijo y el de muchos otros extranjeros. Aprendió muy bien el español. El mallorquín lo hablaba poco, pero lo hacía con un acento perfecto. No dejó de lado la música y estudió guitarra con el profesor Bartolomé Calatayud (Palma, 1882-1973), que continuó siendo amigo suyo cuando, ya mayor, regresó a Mallorca. Sería precisamente el magnífico sonido de una guitarra Antonio de Torres (Almería, 1817-1892), que tocaba Calatayud, lo que impresionó el fino oído del joven George. Nunca la olvidó y, conseguir esa calidad, fue precisamente su propósito cuando se lanzó al mundo de la construcción de guitarras.
En cuanto a su trayectoria como constructor de guitarras, debemos decir que es, cuanto menos curiosa. En 1962, participaría en la Feria Internacional de Seatle donde montó junto a unos amigos un pabellón español. En este pabellón, además de poder degustar paella, se podía contemplar la actuación de unos cuadros flamencos. El último día de la feria se percató de que todos los guitarristas estaban vendiendo sus guitarras a muy buen precio. Así que, habiendo trabajado la madera durante muchos años, decidiría montar un taller en Palma donde construir guitarras que luego saldrían a la venta en futuras Ferias y también en Canadá.
Amante de la guitarra y con innata inclinación para trabajar la madera, aquello que en principio se había pensado como negocio, se convirtió en auténtica pasión para George Bowden, lo que le llevó a construir sus propias guitarras.
En 1964 abriría su primer taller en el barrio de La Soledad de Palma, para luego trasladarse a la calle Nicolás de Pax. Contrató los servicios de un operario de Valencia, procedente de la fábrica de Telesforo Julve, José Orti Beneyto, del cual decía tenía unas manos de hierro, éste construyó lo que sería la primera guitarra con la etiqueta " LOS GUITARREROS DE MALLORCA" PALMA-BALEARES-ESPAÑA" (10-4-1964), también trabajaban en el taller varios ayudantes y barnizadores a muñeca. Más tarde contrataría también al hijo de Eduardo Ferrer, José, acompañado de su hijo, del mismo nombre, al que llamaban cariñosamente “Pepito”, de Granada.
Maestro Ortiz y George Moore Bowden (Portals Nous, 1966)
Etiqueta, los guitarreros de Mallorca
Al cabo de los años, se quedó prácticamente solo en el taller (solamente conserva a María Purxet, que más que una barnizadora, fue como una hija). Junto a él durante los últimos años, también estuvo su alumno Antonio Morales, hoy en día un reputado constructor de guitarras. También tuvo como aprendiz a Michael Dunn de New Westminster, British Columbia, que llegaría a construir una guitarra con la etiqueta de los Guitarreros de Mallorca, y que en la actualidad es un afamado constructor de guitarras acústicas.

En 1969, las guitarras de su taller salieron con etiqueta nueva " LA GUITARRERIA " George M. Bowden-C/. Del Mar, 45-Palma de Mallorca-España.


Etiqueta, la guitarreria, creada en 1969.
La primera guitarra que construyó él mismo, de manera artesanal, fue en ocasión de las vacaciones de Pepito Ferrer, constructor oficial del taller. Se trataba del modelo «Fiesta», con fecha 28 de abril de 1971. La actual propietaria es su viuda Carmen Serrat.
Aunque siempre se ha escrito que fueron 300 o 400, las guitarras que George construyó de manera artesanal, hemos podido constatar que en realidad debieron ser unas cien (del taller salieron unas 3000 guitarras), contabilizando algunas que pudieron quedar sin finalizar. Según el libro de registro, la última construida fue una guitarra con número de serie 2381, modelo «Pitusa», núm. 96, con madera de mongoy (África), correspondiente al año 1996. Posiblemente debió construir alguna más, que seguramente quedaron sin finalizar.
 Guitarra construida en Calviá (Son Font), modelo Pitusa con el nombre de (La bella durmiente, 1996).

Tras jubilarse, siguió construyendo guitarras en su pequeño taller de Son Font (Calviá), no para ganar dinero, sino por su interés en la búsqueda del sonido perfecto. Según palabras de su propia esposa, el dinero para él era secundario, muchos días dedicaba hasta 8 horas en su trabajo a base de investigación.
 Los últimos años en Calviá, los dedicó intensamente a esta actividad, documentándose y haciendo toda clase de pruebas, sin preocuparse de los resultados económicos.
Ante todo, fue una buena persona y un gran amigo.

 


viernes, 3 de enero de 2014

LES CAMPANES DE CALVIÀ



Ramon Simó Marcó (Calvià, 1917 – Barcelona, 1996)

Nascut a Calvià, des de molt jove desenvolupà la seva carrera professional a Barcelona, va ser una de les seves grans aficions la recerca i l’escriptura, on a través d'ella demostra l'afecte i l'enyorança que sempre va mantenir cap al poble que el va veure néixer, i on cada any procurava passar les seves vacances.
El 1995, participà en el concurs literari de la Caixa d'Estalvis de Catalunya, amb el treball “Les campanes de Calvià”, hi aconseguí un meritori 3r premi. Amb aquest escrit podrem adonar-nos de l'amor que sentia per aquest poble, que el va veure créixer, Calvià.
Ramon Simó Marcó va morir a Barcelona el 01.10.1996, a on va ser enterrat, després d'un accident amb un taxi que el va atropellar.



LES CAMPANES DE CALVIÀ




Església parroquial de Calvià  


LES CAMPANES DE CALVIÀ


   Campanes de Calvià                                                  Es senten de lloc distant

repicau amb so de glòria,                                           campanades tremoloses,
per fer reviure la història                                           espaiades i misterioses
del Qui ens vingué a salvar.                                      que l’aire les va portant.
Amb les vostres melodies                                          I quan l’humil treballador
escampau la Bona Nova,                                           de la nostra pagesia,
que en el portal d’una cova                                       vos sentia tocar el migdia
ens ha nascut el Mesies.                                            s’eixugava la suor.

   Que el vostre tocar potent                                         Pel Corpus, la processó;
amb la seva resonància,                                             carrers encatifats de flors,
arribi a llarga distància,                                             càntics que surten dels cors
de llevant fins a ponent.                                            de lloances al Senyor.
Gegant amb missió sagrada                                       Amb vostra persevarança
s’alça el vostre campanar,                                          us feu sentir cada dia,
i si a mort vos cal tocar                                              i transmeteu l’alegria,
feu més trista campanada.                                         ànim i bona esperança.

   Al davant teniu el mar,                                              De les festes feu pregó
i al darrera la muntanya;                                            quan arriba Sant Joan;
que amb l’aire de tramuntana                                    després tenim la més gran:
s’en fa un clima ideal.                                               Sant Jaume, Festa Major!
Als vostres peus, les marjades,                                  Revetlles molt animades,
en el neguitós febrer,                                                 amb focs artificials
les blanques flors d’amatller                                      i pels carrers principals 
en fan un mantell de fades.                                         banderetes i garlandes.
  
   Em venen  al pensament                                            Sou les campanes d’un poble
bells records de ma infantesa;                                   de meravellós encís;
m’anunciaveu la grandesa                                         per mi és un paradís
del més Sublim Naixament.                                      de gent senzilla i noble.
Jo no puc venir a matines;                                         No gaire lluny la mar blava;
em separa la distància,                                               platges suaus, roques altives
malgrat la meva anyorança                                        on fan el niu les gavines,
de sibil·la a profecies.                                                I s’hi estavella l’onada.

   Quan el toc de l’oració,                                             Algú sentirà estranyesa,
campanes, vostre tocar,                                             perqué soc un emigrat,
tot el poble cristià                                                      que segueix enamorat
escoltava amb devoció.                                             de la seva terra promesa.
La vibrant veu de vostres bronzes                             Que d’hermós és nostre temple!
traspassa tots els llindars,                                          Que d’alt és el campanar!
i l’escoltan els infants                                                Campanes de Calvià
que en el seu bressol s’engronsen.                             Jo us voldria sentir sempre.