“Me preocupan profundamente
algunos de nuestros jóvenes que viven sin ideales, apáticos”
Joan Pons Payeras |
Natural de Buger, Joan Pons
Payeras, de 40 años, ha sido nombrado recientemente párroco de la parroquia San
Juan Bautista en la villa de Calviá. ENTRE TOTS, al tiempo que le deseaba la
bienvenida a este municipio turístico al que no le sobran precisamente las
inquietudes religiosas, ha mantenido con el responsable espiritual de la
comunidad cristiana de la localidad, una amena e interesante entrevista.
P.-¿A qué edad se sintió
inclinado a iniciar los estudios que le llevarían al sacerdocio?
R.- A los 18 años,
después de concluir los estudios de Bachiller.
P.- ¿Fue verdaderamente una
vocación o influyó algún familiar en ello?
R.- Decidí libremente
el camino del sacerdocio, interpelado por sacerdotes y religiosas de mi pueblo.
P.- ¿A qué edad fue ordenado
sacerdote y en qué iglesia?
R.- Fui ordenado a
los 27 años el 05-07-81, en la misma iglesia de mi pueblo donde había sido
bautizado y confirmado.
P.- ¿Cuál fue su primera parroquia
como sacerdote?
R.- Mi caso fue en
cierta manera, un poco original, ya que a los tres meses de ordenado tuve que
trasladarme a Santa Cruz de Tenerife, por motivos de servicio militar, por
tanto mi primera labor fue en el apostolado castrense.
- Según tengo entendido, 7ud. ha estado
ejerciendo de misionero en Perú; ¿En qué año fue asignado para tal misión o por
el contrario eligió ud. mismo el camino?
R.- A mi regreso de
Canarias me destinaron a Mancor del Valle y Biniamar hasta el verano del 85,
por estas fechas el obispo me propuso para trabajar unos años en la misión
Andina de Cascas (Perú), atendida por Mallorca Misionera desde el año 1967;
estuve cinco años justos en dicha misión.
P.- ¿Como es la vida en las
misiones?
R.- Después de 16
horas de vuelo y llegar al Perú, concretamente en la Sierra, es como si
retrocediéramos un siglo en nuestra historia española.
P.- ¿Existe realmente la
pobreza?
R.- Lo que más me
impactó a los pocos días de mi llegada, fue la población infantil reclamando
comida por las calles, y recogiendo desperdicios en los restaurantes de la
ciudad.
P.- ¿Podría comparar nuestra
Isla con Perú?
R.- En nuestra
Mallorca hay bolsas de pobreza en algunas barriadas de Palma, tal vez no tan
espectaculares como las del tercer mundo sudamericano.
P.- ¿Ha notado el cambio al
volver?
R.- Muchísimo, sobre
todo en dos campos, me llamó la atención la tremenda crisis familiar que
estamos viviendo y la desorientación en el campo de la juventud.
P.- ¿Cree que podríamos
colaborar más con estos países de misiones?
R.- Francamente creo
nos falta bastante sensibilización y apertura de horizonte respecto a estos
países pobres.
- La gente pasa de la
religión; ¿Cree que nuestro lenguaje les transmite el mensaje de Jesús, o
tendremos que buscar otra forma de lenguaje para contactar con el hombre actual
(técnico-científico)?
R.- Creo que uno de
los problemas más serios de nuestra sociedad occidental es el desajuste entre
la oferta y la demanda; no pocas veces la iglesia responde a preguntas que no
se hace el hombre de la calle y al revés no responde a sus interrogantes,
- Cuando se enteró que su
nuevo destino era Calviá, ¿se sintió satisfecho por ello o la verdad le era
indiferente?
R.- Sorprendido en el
sentido que siendo hombre d’es Raiguer de Mallorca, el poniente me resultaba
desconocido. Pero por mi temperamento abierto, extrovertido y aventurero a los
pocos días uno ya sintoniza con cualquier comunidad.
- Es poco tiempo el que lleva
en Calviá villa, pero: ¿Cuál ha sido su primera impresión de cara a nuestras
gentes?
R.- Efectivamente el
primer mes de estancia en Calviá, he tenido los contactos mismos que, sin duda
mehan servido para conocer las raíces cristianas de este pueblo y en un pequeño
sector deseos de profundizar en el mensaje evangélico.
P.- ¿Ha notado la acogida del
pueblo de Calviá o tal vez se ha sentido desplazado?
R.- Debo afirmar que
siendo consciente del momento histórico que vivimos, los calvianers con mucha
facilidad abren las puertas a cualquier peregrino.
P.- ¿Cómo ve el futuro de la
juventud?
R.- Bueno la verdad
que no soy sociólogo ni profeta, pero me preocupan profundamente un sector de
nuestros jóvenes que viven sin ideales, apáticos, siendo utilizados como
marionetas por los poderes de la sociedad.
P.- ¿Es un tema que le
preocupa?
R.- Francamente que
me preocupa el futuro de la humanidad como predicar el evangelio a los futuros
hombres de mañana.
P.- ¿Qué objetivos piensa
desarrollar de crear a estos jóvenes?
R.- Todavía el tiempo es corto para hablar de
objetivos, pienso que un sacerdote el primer año debe dedicarlo a escuchar la
gente, observar la realidad que pisa, conocer la vida del pueblo en definitiva,
después ya hablaremos de objetivos.
P.- ¿Cómo ve la postura
anti-racista?
R.- Ciertamente que
en nuestra sociedad europea encontramos brotes de xenofobia, a veces
declaradas, pero muchísimas veces falta de sensibilidad para acoger al hermano
extranjero.
- Se dice que un sacerdote es padre espiritual
del pueblo, Ud. como padre ¿abre sus puertas a todo el que lo necesita?
R.- Efectivamente el
sacerdote es pastor de la comunidad cristiana y como tal debe visibilizar la
dimensión paterna de Dios.
P.- ¿Teme no ser comprendido o
valorado?
R.- El profeta no
siempre es comprendido y más aun cuando los valores del evangelio no están de
moda de nuestra sociedad opulenta, hedonista y materialista.
P.- ¿Cómo ve la iglesia en
Mallorca?
R.- Me preocupa el
momento que está viviendo, ha perdido el entusiasmo misionero de los años 60 y
70 y no acaba de encontrar caminos de evangelización para un pueblo que se esta
descristianizando.
- Tengo entendido que viene
con muchas ganas de trabajar. ¿Piensa que con un poco de ayuda, se podría hacer
un Calviá mejor de cara a nuestros hijos?
R.- Sin duda alguna
trabajando en el campo de la pastoral familiar por añadidura, nos acercamos a
los hijos.
- Agradecemos a D. Juan la
atención que ha tenido con nosotros y sobre todo las ganas y el entusiasmo de
cara a desarrollar un buen trabajo.
Nosotros desde estas páginas,
pedimos la colaboración de todos y que este hombre el día de mañana pueda
sentirse orgulloso de estar entre nosotros[1].
[1]
Entrevista realizada en la Rectoría de Calviá, la tarde del 24 de agosto de
1993.Siendo publicada en el nº 39 de la revista “ENTRE TOTS” en las paginas
26-27 del mes de septiembre de 1993.
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