Es una
de las últimas óperas de Meyerbeer y se estrenó en 1859 en la Opera Comique de París bajo el título de Le Pardon
de Ploërmel, que es el pueblecito de Bretaña donde se desarrolla la acción. Se
trata de una especie de comedia pastoril en ópera, con un libreto muy endeble
de Jules Paul Barbier, Michel Florentin Carré y el propio Giacomo Meyerbeer,
que históricamente ha servido para lucimiento de una soprano coloratura en el
personaje que da título a la obra. La música está bien construida, destacando
una notable orquestación, pero queda un tanto corta de inspiración. Aparte de
una larga obertura no muy inspirada, hay que destacar la famosísima aria de Dinorah, Ombre legère y el aria de Höel, Reviens
a toi. En cualquier caso, parece una iniciativa muy loable, en la que hay
que dar el valor que tiene el director y los solistas se enfrenten a ella,
aunque seguramente no la vuelvan a cantar más en su vida.
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