Estàtua de Junípero Serra. Petra (Illes Balears) |
Patio trasero de la casa del Padre Serra |
Museo dedicado a Junípero Serra (inaugurado en 1959) |
Casa solabriega de la familia Serra en la calle Barracar |
Mallorca
y California seran escenario de numerosos homenajes a Fray Junipero Serra,
el misionero mallorquín que cruzó el oceano para fundar
la misionés que dieron lugar a las ciudades más importantes de la costa oeste
de Estados Unidos.
Nació
el 24 de noviembre de 1713 y fue bautizado el mismo día en la parroquia de San
Pedro de Petra, con el nombre de Miguel José. Sus dichosos padres fueron
Antonio Serra y Margarita Ferrer.
La
casa de la Calle Barracar procedía de su abuela paterna. Esta casa pasó a ser
propiedad de su Padre el 29 de octubre de 1719. Formado cristianamente por su
familia, ayuda a cultivar los campos donde conoce los diferentes cultivos que
más tarde enseña a los nativos y aprende las primeras letras en las aulas del
convento de San Bernardino, donde empieza a florecer la vocación religiosa.
Partió de Petra a los 16 años para
estudiar en Palma de Mallorca (1729). Realizó el año de noviciado en el
Convento de Jesús de Palma y después pasa al Convento de San Francisco, tomando
el nombre de Fray Junípero por la devoción que, en sus lecturas, le había
inspirado aquel santo compañero del fundador de la Orden de San Francisco de
Asís, en el que permanecerá hasta su partida de la Isla. Aquí realizo sus
estudios sacerdotales, enseñando Filosofía y después fue catedrático de
Teología Luliana. Alternaba la docencia con la predicación. Predicando la
cuaresma en su pueblo recibió el permiso para poder partir hacia Misiones. Su
último sermón lo predicó en el Santuario de Bonany, el tercer día de Pascua.
Este día fue su despedida de Petra.
El día 13 de abril de 1749, después de
comer a mediodía, se despide de la comunidad y embarca junto con el P.
Francisco Palou (que más tarde sería su
gran biógrafo), camino hacia Méjico[1].
Del padre Serra aunque no se
conserva ninguna composición musical y ni siquiera se tiene noticia de que la
hubiera escrito, si sabemos que desde niño destacó en el canto coral actuando
de forma admirable, ya que estaba dotado de muy buenas cualidades naturales,
sonora voz y fina entonación fue el regalo que la naturaleza le había adornado.
Siendo aun un niño en Petra, atraía
la atención por su voz y fue por este motivo que le admitieron en el coro del
convento local de San Bernardino de Sena. Aquí alterno la docencia en las aulas
con el canto en el coro, juntamente con los religiosos y un grupo de muchachos
cantores.
Cuando llego a Méjico en 1749
edificó a todos los religiosos del Colegio de Misioneros de San Fernando por su
puntual y cotidiana asistencia al coro. Más tarde cuando llega a la Sierra
Gorda y le vemos en plena actividad en su misión de Jalpan, donde construye una
magnífica y espaciosa iglesia que hoy es la admiración de quienes la visitan, nos damos perfecta cuenta de cómo ese bagaje
musical, que le acompañaba formando parte de su mismo ser misionero y adquirido
durante su formación de estudiante, le sirve de oportuno instrumento para
desarrollar eficazmente su tarea apostólica y civilizadora logrando abundante
fruto a favor de las almas.
El canto, la predicación y el buen
ejemplo fueron como las tres herramientas con las que se sirvió para roturar
aquellos áridos campos de la gentilidad, convirtiéndolos en frondosos vergeles
con abundantes frutos de religiosidad, sanas costumbres y progreso tanto
cultural como material.
Las misas siempre que le era posible
las celebraba cantadas, sobre todo en las fiestas más destacadas del Señor, la
Virgen o de los Santos. Particular interés puso en la celebración del tiempo de
Navidad como en el de Cuaresma, durante los cuales oficiaba las religiosas
ceremonias con gran solemnidad, entonando siempre los cantos propios de cada
uno de estos periodos litúrgicos[2].
Desde 1759 a 1767 Junipero se dedicó
a predicar misiones populares en la parte central y meridional de Méjico[3].
En 1769, cuando comienza la
conquista española de la alta California, se consagra con otros mallorquines,
en la evangelización de los indígenas y
a la fundación de nuevas misiones. San Fernando de Villacatá (1769), San Diego
(1769), San Carlos Borromeo, Carmel (1770), San Antonio de Padua (1771), San
Gabriel (1771), donde florecerá la ciudad de Los Ángeles, San Luis Obispo
(1772), San Juan Capistrano (1776), San Francisco (1776), Santa Clara (1777),
San Buenaventura (1782)[4].
Falleció el 28 de agosto de 1784, en
la misión de Carmel, donde tuvo su residencia y finalizó sus días, fue
enterrado y allí perduran sus restos.
La labor realizada en California fue
tan profunda que desde el año 1931 figura como uno de los representantes del
Estado de California en la Galería de la Fama de los Estados Unidos, y fue
colocado un monumento en el Capitolio de Washington[5].
Fue beatificado el 25 de agosto de
1988, por el Papa Juan Pablo II. El Papa lo reconoció como hombre universal[6].
En Palma un Instituto de Formación Profesional lleva su nombre; el Ayuntamiento
lo nombro hijo ilustre y le dedico una calle. En Petra, el Ayuntamiento le da
el nombre a una plaza y en 1913 le erige un monumento.
En esta localidad hay un museo
dedicado a su figura y obra.
No podemos olvidar que para
perpetuar su memoria como cantor de las glorias de Dios, de la Virgen y de los
Santos, varios son los acreditados compositores que han compuesto una valiosa
colección de obras musicales, en honor de Fray Junipero Serra.
De entre ellas podemos señalar: Himne a Fra Juniper Serra en el 250
aniversari del seu neixement, con letra de M. Ramis y música de B. Gayá y En la Sierra Gorda (canción del
recuerdo), letra y música: Dr. Salvador Ibarra Padilla. México, D.F. Febrero de
1979. Etc.
[1] Ribot Amengual, Jaume; Guía de Petra.Tras los pasos de Junípero;
pág. 12. Edición de la Fundación Jaume Ribot i Amengual. Con la colaboración de
la Fundación “Sa Nostra” y el Consell de Mallorca. Petra 2007.
[2] Fr. Salustiano Vicedo; Apostol y civilizador; Boletin de divulgación de Fray Junipero Serra
“El Apostol de Sierrra Gorda y de Las Californias”. Publica: Fraternidad de
Franciscanos. O.F.M. Petra (Mallorca) España. Nº 88, pág. 3-4. Abril 1982.
[3]
Ídem. nº 1, pág. 13.
[4]
G.E.M. Volum 16, pág. 175.
[5]
Ídem. nº 3, pág. 15.
[6]
Ídem. nº 5, pág. 15.
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